"Quien está dispuesto a cambiar libertad por seguridad acaba perdiendo ambas"

Benjamin Franklin

viernes, 23 de mayo de 2008

Cuervos, sucesiones y dedos que apuntan a delfines

Dice un refrán español "Cría cuervos y te sacarán los ojos".

Mariano Rajoy debería dar buena cuenta del mismo a tener de todo lo que se está viviendo últimamente en su partido.

El PP es un partido que llegó al Gobierno en 1996 mediante una estrategia basada en la destrucción del enemigo político, Felipe González por entonces, mediante una campaña de acoso y derribo. El líder de todo aquello fue Aznar.

Aznar pasó ocho años en Moncloa y finiquitó dejando un sucesor designado a dedo, cosa que en principio parecía una buena idea porque evitaría, como en las antiguas familias nobiliarias/reales las peleas por la herencia y sucesión.

Pero eso mismo se ha demostrado erróneo: el nuevo líder nunca fue tal porque la forma en que llegó al puesto hizo que le acompañara en todo momento un estigma de líder puesto a dedo, precisamente. A la postre de cuatro años y varias derrotas, la más importante este año, decidió hacer cosas que tenía que haber hecho hace cuatro años: empezar a imprimir su propia línea política, ser él mismo, convocar unas elecciones a la presidencia del partido para legitimarse en el cargo o, en caso de fracasar, irse, y demás movimientos.

El problema es que entre tanto, en estos cuatro años, Marianín ha necesitado nutrir su liderazgo, y lo ha hecho dando alas a los más duros del partido, a su vez los más afines a Aznar. Ello le servía al hombre también para repetir la estrategia que llevó a su predecesor a la Moncloa: una nueva estrategia de acoso y derribo, aunques esta vez la víctima se llamaría Zapatero, no González.

Ahora, cuando Mariano despierta del sueño, esa misma gente a la que ha dado cobijo para atacar al líder socialista ha decidido que el nuevo enemigo contra el que hacer acoso y derribo es el que intenta moverles de la silla, sin importar que fuera el mismo que les mantuvo durante años: "cría cuervos y te sacarán los ojos".

Es normal al cambiar cosas en el partido que haya oposición por parte de gente que estaba cómoda con la anterior situación. Pero si la anterior situación se basaba en confiar en gente porque eran muy buenos jugando sucio contra el adversario, es de esperar que ahora vayan a por ti, siendo que quieres quitarles poder o incluso el cargo.
"Roma no paga a traidores". Y si no lo hacía, era por algo.

Todo esto me recuerda siempre a lo que pasó con el PSOE. Es gracioso que este fuera el mismo partido que no paraba de meterse con los socialistas porque estaban disgregados, porque no eran más que "un grupo de familias" o porque "no tienen un proyecto para el país". Al final la gente bocazas siempre tiene lo que se merece.

Hasta que no se hicieron unas elecciones de verdad en el 2000 no empezaron a solucionarse los problemas del PSOE. En el PP podrían haber hecho lo mismo, pero han decidido descartarlo.

Desde luego, la Historia nos enseña que la mejor forma de funcionar es la democracia interna, no la dedocracia.

Publicado por El politicastro.

lunes, 12 de mayo de 2008

Adiós, Zaplana, adiós Acebes...

... hola, Guerra Civil Popular.

Y Zapatero, aunque dice que no, cuando puede también echa leña al fuego. Todo tipo de alianzas, y todo el mundo echándose al monte.

No me sorprende. Y Zapatero es el primer interesado en que esto siga tanto tiempo como sea posible. A tener en cuenta que durante estos meses el PP se encuentra inmerso en sus peleas, lo que le supone no poder dedicar casi tiempo a tocarle las narices al gobierno ni al resto del país.

La verdad es que me lo estoy pasando pipa, y estoy disfrutando muchísimo de esta idílica temporada en que el PP no usa a las víctimas del terrorismo como si fueran los muñecos de José Luis Moreno, no nos defienden de la destrucción absoluta de España y no dan la batalla para evitar la llegada de las siete plagas de Egipto que luego nunca llegan.

Creo sinceramente que la crispación como estrategia no construye países, y ni siquiera partidos. Es una forma fácil de hacer política, porque consigues fácilmente apoyos al sembrar repudio hacia un enemigo, lo cual es fácil. Pero a la larga, si no tienes un buen proyecto, solo con el "vótame a mi, que soy la opción menos mala" no se consigue que la gente confíe en líderes ni en proyectos.

Lo que sí pienso es que esto viene por un cambio generacional en unas estructuras de poder muy conservadoras, pero claro... ¿no podría darse esto en el PSOE una vez Zapatero decida retirarse dentro de X años? A tener en cuenta el gran acoplamiento que tiene ahora mismo el PSOE a su líder, el que más poder ha tenido en la historia de la formación... ¿estará tomando nota Ferraz de todo esto?

Desde luego, lo que en principio pareció una decisión que podía mantener el partido en orden (la dedocracia aznarina) ha demostrado ser una fórmular errónea: los procesos dentro de los partidos han de funcionar por congresos, no por delfines. Las consecuencias de no obrar así las estamos viendo ahora en el PP.

Publicado por El Politicastro.