"Quien está dispuesto a cambiar libertad por seguridad acaba perdiendo ambas"

Benjamin Franklin

domingo, 29 de julio de 2007

Flórez, el espía que salió de los bares

Por Dios, mírenlo. Si más parece una réplica de Filemón. Hay que confesarlo, lo ves por la calle y no te esperas que el hombre sea/haya sido agente del CNI. En eso esl hombre es como tiene que ser. Sólo en eso.

Bueno, pues para quien lo echara de menos, ya tenemos otro Perote. Ambos se han visto catapultados a la fama por su traición al Servicio de Inteligencia Español.

Lo curioso es que la historia, de la que da más detalles El Pais, es propia de una novela de Frederick Forsyth.

El hombre tenía el papel de caradura dentro de los Servicios Secretos. No era un analista, ni un técnico, pero tenía un morro que se lo pisaba, lo cual es muy bueno para trabajar a pie de calle, sacando información. A veces todo el morro y audacia que tenía le faltaban en sesera, porque no es muy cuerdo irse de chatos con un batasuno e inmediatamente después ir a saludar al comandante de la Guardia Civil.

Que el Director del Centro dé una rueda de prensa no me parece una buena idea.

Este tipo de cosas, aunque sea por morbo, siempre salen a la luz pública, pero lo que hay que intentar es que, y más tratándose del CNI, pasen desapercibidas, o con cuanto menos ruido mejor. En el '98 el follón que se montó por el tema de las escuchas a HB no trajo nada bueno para el CNI (por entonces CESID): minó la credibilidad del servicio, el gobierno se vio privado de parte de sus canales de información durante meses y, en definitiva, mejor si hubiera pasado más desapercibido. Que a principios de septiembre se cerrara el pacto de Estella y ETA iniciara una tregua y el gobierno se viera sorprendido por el tema resulta revelador.

Por eso y por los escándalos que el servicio protagonizó a principios de los '90, la historia nos enseña que este tipo de organismos han de estar lo más lejos posible de las portadas de los periódicos.

Publicado por el politicastro

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